El poder de la mente
Mi mente gritaba por ese trabajo, por ese departamento, por ese hombre y por esa vida y en cuestión de segundos parece que mis deseos fueron traicionados –según los que creen en la mente- por mí misma, pero no puedo creer que yo fui la que destruyó todo.
Y ahora me quedo viendo ante una pantalla blanca tratando de pensar qué hacer, porque –como dirían comúnmente- me quedé como el perro de las dos tortas, sin futuro aquí ni allá, ningún futuro en absoluto, ahora no tengo nada en la cabeza, así que nadie me puede echar la culpa de que las cosas no salgan como deben salir porque simplemente no estoy pensando.
Al final el destino no se acomodó, yo sigo siendo yo y sigo sin saber qué hacer.Dedicado a aquellos que aprecian mi parte fatalista...
Y ahora me quedo viendo ante una pantalla blanca tratando de pensar qué hacer, porque –como dirían comúnmente- me quedé como el perro de las dos tortas, sin futuro aquí ni allá, ningún futuro en absoluto, ahora no tengo nada en la cabeza, así que nadie me puede echar la culpa de que las cosas no salgan como deben salir porque simplemente no estoy pensando.
Al final el destino no se acomodó, yo sigo siendo yo y sigo sin saber qué hacer.Dedicado a aquellos que aprecian mi parte fatalista...
Comentarios
tiene un futuro envidiable, lo sé y usted lo sabe, sólo créasela!! aparte me tiene a mí ¿no es envidiable? jaja
le amo!