El Cuarto Obscuro

Entro en un cuarto, está obscuro, no veo nada, los objetos parecen estar sólo en mi imaginación, no sé por dónde voy. Por mi mente pasan recuerdos de mi infancia y entre ellos, recuerdo un cuarto parecido a éste; ¿acaso es el mismo?, me pregunto a mí misma; de repente, tropiezo con una silla, o por lo menos eso es lo que creo yo.
A lo lejos, empiezo a escuchar voces, creo reconocerla, no se bien de que se trata... por un instante me parece que es un comercial de televisión, pero... sí, creo que es mi madre, no percibo de dónde provienen las voces, sigo de frente en el mismo cuarto obscuro que hasta este momento parece infinito, aún no sé dónde estoy ni que hago aquí.
Me detengo, trato de recordar por qué estoy ahí, surgen imágenes en mi cabeza, borrosas, indefinidas, como manchas que quedaron atrapadas en mi mente y buscan vengarse. Hablan entre sí en un código que sólo ellas conocen.
Sigo caminando, siento que las paredes se alejan cada vez más, estoy confundida, siento un escalofrío que me hace temblar, tengo miedo.
Mi madre vuelve a gritar, cada vez la escucho con más intensidad como si estuviera al lado mío, la busco, grito y no obtengo ninguna respuesta.
Busco palpar las cosas pero en mi intento me encuentro con una figura extraña, trato de reconocer la forma y aunque me parece familiar no logro adivinarla, decido ponerme de rodillas para acercarme a aquella forma que yace en el suelo, la toco y siento como si hubiera agua en mis manos.

Miles de recuerdos bombardean mi mente, veo mi madre y...no estoy segura, ¿qué es lo que está pasando?, tengo miedo, veo como mi madre está herida, tengo ganas de llorar, ¿mamá estás bien?, ?quién te hizo eso?, ?fue con estas tijeras?, ¿por qué aparecen estos recuerdos?

Mi corazón palpita fuertemente, siento como el sudor frío recorre mi cuerpo, aún no sé qué es lo que pasa, pero, un momento, alguien entró al cuarto, no sé quién es, por el olor creo que es mi padre, va a prender la luz:
¡papá!, ¿por qué prendiste la luz?, volteo a verlo y regreso mi vista hacia el piso, por fin reconozco la forma, ¿mamá eres tú?, ¿qué te pasó?, ¡esto no es cierto!, ¿quién te hirió?, ¿por qué estás en el piso con la mirada perdida?… papá, ¿fuiste tú?, papá ¿qué pasó?, te juro que yo no hice papá… escucho un golpe.

De repente despierto
en mi cama, me siento aliviada, pensé que había matado a mi madre, que tonta soy al creer eso y que feliz soy al saber que todos estamos bien. Decido levantarme e ir al cuarto de mis padres, algo cae de mi cama, no puedo creer qué es lo que veo, es la misma arma con la que maté a mi madre, esto no puede ser cierto, ¡yo no lo hice!, ¡juro que no lo hice!

Vuelvo a despertar, estoy confundida, sigo en el cuarto obscuro, creo que me golpeé fuerte la cabeza cuando me tropecé con la silla, ahora que lo recuerdo, estoy aquí en el cuarto de mi madre buscando mi medicamento, a veces tiendo a alucinar un poco por mis ataques de esquizofrenia, vaya, yo que pensé que en realidad había matado a mi madre, pero al final…
no tengo tanta suerte…


Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Cómo perder a un hombre en 10 pasos?

Así era Monterrey hace 10 años...

Diarios de una “bridezilla”: La lista de invitados