Entradas

Mostrando las entradas de 2011

Me enfrenté al monstruo del closet...pero aún no gano

Ha llegado el momento que más he temido, el de revelar la verdadera identidad del monstruo que vive en mi casa. Ese monstruo se llama depresión y había estado escondido desde hace más de 2 décadas. Hasta hace un poco más de 2 meses había pensado que estaba loca, o al menos que me acercaba a serlo. Durante muchos años no pude entender mis cambios de humor, las voces en la cabeza, el comportamiento autodestructivo, las ganas de salir corriendo cada que algo se ponía difícil, ahora lo sé, estoy deprimida y necesito medicamentos para poder acabar con el monstruo. Cuando estás deprimido sientes que todo el mundo complotea contra ti, que no vales nada, que es mejor que todo se acabe de una vez. A veces, debo confesar, he fantaseado con mi funeral, ya saben, para imaginarme quiénes de verdad irían, a quiénes sí les dolería que yo no estuviera aquí. Siempre pensé en mí como una mujer débil, sumisa, a la que pocos podían ver, poco interesante y en la que pocos estaban interesados, invisib

Así era Monterrey hace 10 años...

Son pocas las veces que hablo de temas “importantes” en mi blog. Pero después de lo que pasó ayer en Monterrey me dieron ganas de contarles lo que yo viví en esa ciudad hace ya más de 10 años. Hace una década Monterrey, y en general todo el estado de Nuevo León, claramente vivía en un momento de bonanza económica al ser sede y estandarte de muchos de los grandes empresarios y empresas de este país. Tan sólo uno de sus municipios, San Pedro Garza García –del cual yo sólo sabía que ahí vivían los galanes de Valle- es (o era) el más rico de todo el país. La vida allá era más cara que en la Gran Capital, y sí, claro que me sentía segura caminando en la madrugada por las calles de Monterrey. Pero qué irónico que no me sintiera segura cuando estaba alrededor de mis amigos o iba  a alguna fiesta con ellos.  Creo, y pueden mentarme la madre después de esto, que lo que está pasando ahora es sólo una consecuencia de haber minimizado las señales que se daban hace 10 años. Hace 10 años y

Las exnovias son como la peste (¿o pestilencia?)

Sí, incluso yo lo he sido (me imagino) Existe un tipo de exnovia (free, exfaje, excogida, exloquesea) que parece que nunca se va del ambiente. Pasa el tiempo y sigue rondando, no sé si es para que no se le olvide al otro que está ahí o nomás por puras ganas de chingar (como la mismísima peste bubónica) Ahora, pues una no quiere contraer la peste ¿no? Ni quiere estar rodeda de mierda. Entonces ¿cuál es el sentido de estar cerca de ella? Pues ninguno. Es por eso que las mujeres corremos de esas situaciones. Por ello, hombres, si quieren poder convivir con su actual pareja sin que la peste sea un tema. 1. Limpien muy bien el cagadero antes de que llegue alguien más, porque si ese nuevo alguien se llega a embarrar con la mierda, va a ser difícil que se los perdone o que se le olvide 2. Ustedes creen que ya limpiaron todo, pero no es cierto... Revisen otra vez qué queda... A veces se quedan pedacitos de mierda pegados 3. Mantengan limpio el ambiente, al menos durante el tiempo e

Y... ¿si me equivoqué?

Llevo varias semanas, sino es que meses con un 'run-run' en mi cabeza que ni siquiera me deja descansar. Que me despierta casi todos los días a la 1 de la mañana y me pone a pensar durante más de 2 horas si lo que hago con mi vida es lo correcto. ¿Qué hueva verdad? La verdad es que yo ya me estoy hartando de hacerme tantas preguntas sobre tantas cosas. ¿Por qué estudié comunicación y no psicología? ¿Me va a ir mejor si soy psicóloga? ¿Vale la pena estudiar todos los pinches días sin parar? ¿Voy a pasar ese maldito examen de la UNAM o me voy a tener que resignar a seguir como estoy hasta ahora? También me pregunto y me pregunto y me pregunto sí debí haberme ido a vivir sola, si no estaría mejor con mis papás, cómo le voy a hacer este mes para pagar todo lo que debo sin morir en el intento. Y por qué no, se me cuelan ideas como que si de verdad me merezco ser feliz, que si vuelve a aparecer la ex de mi novio va a regresar con ella, si en realidad me quiere, si no es todo

Basta

El ajetreo de la vida misma a veces nos nubla la vista, nos aleja de la verdadera realidad. Nos limita sobre la genuina perspectiva de las cosas. Una y otra vez caigo en el mismo “patrón autodestructivo” y no, no estoy hablando de destrozar mis relaciones, sino de cómo me despedazo a mí misma, me traiciono, me olvido y abandono. Pero no más, “una vez que caen los veintes” es momento de cambiar las cosas. Tengo ya un nuevo decálogo para regir mi vida, lástima que no lo puedo compartir. Lo único que puedo decir es que en este mundo primero hay que pensar en el yo.

Tú eres infiel, yo soy infiel

¿Qué es la infidelidad? ¿Por qué duele tanto cuando alguien te es infiel?…pero al mismo tiempo es tan fácil cuando tú eres la otra persona. Hace aproximadamente un mes me enteré, o más bien confirmé, que mi ex novio me puso el cuerno durante más de la mitad de nuestra relación –no sé si de manera continua o intermitente, pero es lo mismo-. Esto, en lugar de llevarme al carajo me ayudó a salir adelante y decir, “claro, pero si era un pendejo”. Pero, ¿son todas las personas que ponen el cuerno, pendejas? Yo técnicamente nunca he “puesto el cuerno”, pero sí he sido la otra parte de otros. Y sin embargo, mi presencia no afectó en nada a sus relaciones, siguen ahí, se aman, son estables. ¿Qué fui yo? (evite la frase “una puta”) La verdad es que no sé si una válvula de escape, un nombre a tachar en la lista, no tengo ni idea, pero sé que no influí en nada. También he visto cómo algunas de mis amistades han caído en “el bajo mundo de la infidelidad” , algunos con un beso oca

Y al fin pasó...

Si hago memoria de los comentarios que se hacían con respecto a mí hace tan sólo unos meses, la mayoría seguramente incluía frases como “ya deberías tranquilizarte”, “no vas a salir ni en rifa”, “estoy guardándote unos gatos” o el peor, “¿qué? ¿tú? ¿de verdad te interesa tener novio y esas cosas?” Tenían razón, en ese entonces mis ideas giraban en torno a “el amor apesta”, “nunca volveré a ser feliz”, “¿ dónde está el francés ?” y “jamás me la van a volver a hacer”. Sólo de vez en cuando una frase atacaba a mi mente -“con él si podría intentarlo”-, pero trataba de ahogarla porque según yo era prácticamente imposible. (Sí, ahora este post sí habla sobre él) Pero un día, sigo sin entender bien qué pasó, lo "imposible" se volvió realidad y creo que ni yo, ni las personas que cité en el primer párrafo lo creen. Para que entiendan por qué no lo creo quisiera explicar que habemos en el mundo dos tipos de personas (bueno, dos personalidades) Por un lado, están