Mi lado salvaje

Desde hace unos cuantos años he desarrollado un mecanismo de defensa cuasi instintivo que no permite a mi cabeza tomar decisiones, es casi como si me manejara como un animal.

Comienza con una punzada en el estómago, le sigue un poco de taquicardia y culmina con una necesidad imparable de “correr”.

Aunque no realizo el acto físico de mover las piernas, las ganas son las mismas, la necesidad de estar lo más lejos posible de la situación, avanzar sin detenerme, tal vez voltear la cabeza una vez para darme cuenta que ya he dejado atrás todo.

Este mecanismo lo aprendí una vez que dejé que alguien se acercara demasiado a mí y terminó desgarrándome el corazón. Desde el día uno lo tuvo entre sus manos, lo fue destrozando poco a poco durante varios años y me ha costado mucho tiempo repararlo –casi siempre sin ayuda-.

Desde entonces me prometí que no me iba a volver a pasar, que no iba a dejar que nadie se acercara tanto a mí como para volver a destrozarme y fue cuando comencé a sentir las punzadas.

Una y otra vez han sido certeras, a veces no les hago caso o más bien me da un miedo al vacío terrible, tanto que me paraliza, y me mantiene en la situación más de lo que debería, dando como resultado que salga con algunas lesiones.

Últimamente el mecanismo se ha perfeccionado, ha logrado suprimir el miedo…ya no le temo al vacío, ya no me pregunto por el qué pasará…simplemente comienzo a mover las piernas (en sentido figurado) y me muevo hacia delante sin que nada que me detenga, y mejor aún casi sin ninguna lesión.

Y tal vez esto se deba a que por fin me di cuenta que no soy el tipo de mujer que se “agenda”, o quizá sólo sea por un ego ultra inflado que me hace creer que soy lo mejor que le podría pasar a cualquiera y por eso no me gusta ser parte de una lista de conquistas. En pocas palabras me gusta ser el cazador, no la presa.

Entonces, esta vez antes de atontarme y dejar que me den el zarpazo, mejor salgo huyendo.

Bendito el día en que se me ocurrió escribirme en el brazo “A otra cosa mariposa”.

Comentarios

Dacrux dijo…
yo prefiero que me deshagan el corazón hasta hacerlo pinole a huir claro eso es para mi pero cada quien sabe que medidas de defensa le gustan o convienen mas.

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