Cuando el pasado nos alcanza…y siempre lo hace

Pasa el tiempo, crees que lo tienes superado, que por fin puedes continuar con tu vida y… salta esa ventanita en Messenger, llega ese mail, esa llamada telefónica o simplemente te encuentra de frente en algún lugar.

Un, - hola cómo estás? - , deriva en un –hace mucho no nos vemos – y pasa a – hay que ir por un café no?- y ahí empiezas a perder.

Quien diga que está en control de su pasado, miente. Por más tiempo que pase, si la memoria es lo suficientemente nítida puede generar una verdadera maraña mental en la cabeza, puede hacer que veas cosas que no están ahí, que experimentes sentimientos que no existen, y que al final… cuando reflexiones, solamente puedas decir ¡que pendeja soy!

El hombre (entendido como humanidad) ama los ciclos, tiene problemas con concluir cosas y le encanta dejar asuntos pendientes, listas para tachar, posibilidades y quizás. Pero cuando el pasado te alcanza (y es posible que lo hará), lo mejor que puedes hacer es dar la vuelta y correr al otro lado.

Comentarios

b dijo…
y si en lugar de correr, terminas lo que no terminaste?
Chris Letayf dijo…
Tal vez yo no correría pero sí daría la vuelta. Todos cambiamos y deseamos cosas diferentes con el tiempo y Ese sentimiento al encontrarte con el pasado debería ser sólo una forma de agradecer lo bien que nos sentíamos o lo que aprendimos por nuestros errores. Ese nudo en la garganta o agrura es la expresión de un "te extraño" pero el hoy es diferente. No dejemos que la maraña o "goro goro" mental nos engañe!!! jiji Te quiero reilina!!! Voy a leerte más seguido =)
Anónimo dijo…
si, gueeee
Desde hoy voy a empezar a correr...
va a ser casi como la carrera Nike, no, mejor como Forrest Gump´, pero hasta el día en que me muera.

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