El poder (de) dejar ir...

En ocasiones nos es difícil dejar ir a una persona aunque sabemos que existen "x" o "y" ingredientes de ella que no son convenientes y que al final, de igual forma harían que la relación no funcionara.

En mi propia experiencia, creo que el poder dejar ir está relacionado con el poder DE dejar ir situaciones pasadas que nos han marcado y que hacen que nuestras relaciones presentes y futuras tampoco funcionen.

Es muy cierto eso que todo el mundo dice, cree saber pero nunca hace.

Uno no puede comenzar algo nuevo si no lidia con el pasado, si no se da cuenta de lo que eso significó y cómo lo ha marcado, y sobre todo si no se sabe qué hacer con todos esos sentimientos inconclusos que, aunque en apariencia no existen, se encuentran a nivel de piel.

La situación no es que "todos sean iguales", que "repitamos patrones", si no que uno mismo los va haciendo así. Uno lleva a las personas a esas situaciones límite sin darse cuenta, es uno mismo el que permite actitudes que se asemejan a las que "todos han hecho", somos nosotros quienes empujamos las cosas hacia el punto de no regreso, donde todo se rompe; y cuando eso pasa, nos preguntamos qué pasó, por qué esta vez no funcionó.

La solución a las relaciones desechables es aprender a deshacernos de toda la "basura interna" que vamos cargando, es limpiar nuestro interior, es aprender a dejar ir.

No todos son iguales, simplemente nos aventamos a situaciones a las que no estamos preparados y sí, desgraciadamente terminamos por ahuyentar a las personas.

Como diría la reina del Pop: "Freedom comes when you learn to let go...There's no greater power, than the power of goodbye" o en mis propias palabras: no hay más que dejarlo ir, y a otra cosa mariposa.

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