C'est finni

16. Cada paso marca el final

No te encontré caminando por Champs Elysée aunque te vi en cada rostro que pasó frente a mí.

Mientras sigo en camino hacia el Arco del Triunfo siento una punzada en el pecho. Dolor que me causa saber que con cada paso que doy te quedas sólo en mis sueños.
Sigo tus pasos, te siento junto a mí, quién sabe, tal vez al final si eres mi ángel de la guarda.

Mis oraciones tampoco sirvieron para verte en Sacre Coeur, por más que lo deseé. Dejé una vela prendida en tu nombre para iluminar siempre tu camino.

A veces no soporto estar aquí y escuchar tu voz sin que seas tú. He visto tus gestos, he escuchado tu acento, he sentido tus pasos al lado de los míos, sin embargo sigo sin encontrarte.

Cada segundo que pasa en este país sin verte, sin encontrarte me quita las ganas de vivir. 
No puedo escuchar más. No puedo ni quiero pensar más en la vida que hubiéramos tenido juntos, las bromas que contaríamos a los amigos sobre nuestra relación, los lugares a visitar, los planes por hacer.

Debería haber perdido la esperanza ya, pero no sé... De verdad siento que estás aquí. Tan tan cerca de mí. A veces creo que nunca volveré a ser feliz si no te veo, a veces siento que nunca podré volver a amar si no es a ti.

El día que te encontré me salvaste, me enseñaste qué es amar. Ahora que te he perdido me condenaste a vivir en la eterna desesperanza.
Ya no te quiero escuchar más!

17. Au revoi

¿Alguna vez habrás pasado por aquí, habrás estado sentado en este mismo lugar?

¿Acaso mis pasos están tapando los tuyos. Están borrando tu huella?

Creo que esta vez el destino no quiso que nos encontráramos. Me lo quiso explicar de tantas formas, pero nunca lo escuché. Puso tantos obstáculos a este viaje desde su planeación y aún ya estando en tu país seguí teniendo problemas, retrasos.

Aventé la moneda al aire y la respuesta fue negativa. Pero una vez más me salvaste. No importa que te vea en cada cara, te escuche en cada voz, ahora sé que lo que necesito es experimentar un nuevo amor.

Hoy te digo adiós, no sé si será un hasta luego. He encontrado a esa pequeña parte de mí que estaba perdida porque había fallado en seguirte los pasos. Me la llevo a México.

Te dejaré grabado en el cajón de la mesa de mi cuarto, en mis cuadernos, en mi corazón y en mi mente como una gran historia de amor. No como una situación fallida, eso jamás, si no como una enseñanza de vida.

Tú me enseñaste una vez cuánto valgo y ahora, ya que lo había olvidado, lo vuelvo a recordar gracias a ti.

Como siempre, cuando haya lluvia de estrellas me acordaré de ti. Un suceso tan extraño de ver, pero a la misma vez sorprendente y sobre todo fugaz para la vista pero perene en la mente.

"Ayer vi una estrella fugaz desde mi ventana, un evento raro porque casi no se ven por las luces de mi ciudad. Pero bueno, creo que eras tu". Yo también creo que eres tú cuidándome desde donde estás.

Mika te manda decir que te quiere mucho. Adiós Francis Durandeau y gracias por reparar mi corazón.

Je t'embrasse très fort et je t'aime.

Comentarios

Ro Ybarra dijo…
Me gustó, me gustó, me gustó! Que bonita forma de poner las cosas, me ayudó a ver mi situación de otra forma... gracias!

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