¿Hombre atractivo o destructivo?

PARTE 1.
En los 24 años que tengo de vida he pasado al menos unos 14 pensando en hombres e idealizando a mi príncipe azul y no se por qué, pero me parece que aún no lo encuentro y lo único con lo que me he cruzado a lo largo de estos años son algunos prototipos de hombres atractivos, por no decir patanes.
Me he encontrado con el patán seductor, uno de los especímenes más atractivos e interesantes de su género, no sólo por sus cualidades físicas, sino porque parece que conoce a la mujer a la perfección, y de ahí que nos digan lo que queremos escuchar, desde...”eras lo que siempre había esperado”, “no hay nadie como tú”, hasta “esto va a llegar a ser algo muy especial”. Él conoce la psicología de las mujeres, sabe cómo comportarse, sabe sus debilidades y sabe leer todas las reacciones que las féminas tienen ante sus encantos.
Este tipo de “patán” es evidentemente un descendiente de Casanova y de Don Juan, por lo que es de esperar que también tengan un toque de romanticismo para asegurar que caigas en la trampa. ¿El problema con este hombre? He doesn’t mean anything he says and just wants to take you to bed. Una vez que logró esto se olvida de ti y pasa a su siguiente presa.
Otra especie que parece que ha comenzado a proliferar en nuestro entorno es el mustio. Sí, son aquellos hombres que cuando los conoces parecen que son así, tal cual ,tetos, son demasiado amables para ser verdad y hasta en ocasiones parece que no te los mereces porque todo alrededor de ellos es bondad, incluso podrías pensar que tú puedes ser capaz de verle la cara a ellos. ¡Pero no! Una vez que pasan tu defensa, obviamente con sus ojos de perro a medio morir y su personalidad de teto, son capaces de voltear todo. Éste es el típico hombre que en cada pelea sabe cómo voltear las cosas hasta que terminas pidiéndole perdón y sintiéndote la mujer más vil del mundo. Lo peor es que juegan con tu mente tanto que no sabes distinguir una mentira de una verdad y por lo general su “mustiedad” hace que les creas lo que sea.
Nuestro siguiente sujeto de estudio es el machista. Un hombre que te flecha con gran rapidez, porque representa al hombre viril y atractivo que sería capaz de despedazar a cualquier para salvaguardar tu honra, pero con esa misma velocidad termina por matar la relación con sus celos desmedidos, su excesiva brutalidad, sus reglas y terquedad. Lo peor es que no solamente utilizan la fuerza física para mantenerte a sus pies, sino que muchos de ellos son sumamente inteligentes y saben dominar también la mente y en un cerrar de ojos puedes terminar sintiéndote la mujer más espantosa del mundo, que no mereces a nadie y que él te está haciendo el favor de la vida, y si a esto le sumamos el aspecto físico, por qué no, puedes terminar con algunas marcas en el cuerpo. Y terminas siendo la sumisa que siempre estelariza en las brillantes telenovelas mexicanas.